Tipos de Calderas de Gas de ACS (Agua Caliente Sanitaria) en el Certificado Energético
En el siguiente artículo vamos a describir los tipos de calderas o calentadores de gas (butano, propano o gas natural) más habituales para el agua caliente (ACS) que nos podemos encontrar en las viviendas donde vamos a realizar el certificado energético.
Las calderas o calentadores de gas es uno de los sistemas de ACS más utilizados y habituales en las viviendas y el motivo es la comodidad, y es que no tener que disponer de un depósito para el almacenamiento del combustible es vital en ciudades, al contrario que las zonas rurales en las que no suele haber suministro de gas y se dispopone de un espacio para su almacenamiento.
Hay que tener en cuenta además, que el sistema de ACS a la hora de realizar el certificado de eficiencia energética tiene una alta repercusión en el resultado final, por lo que saber indentificar adecuadamente el tipo de caldera de gas que nos encontramos durante las visitas es muy importante.
Tipos de calentadores o calderas de gas para el ACS (y calefacción) más habituales en la visita para la toma de datos del Certificado Energético
Existen tres tipos de calderas o calentadores más habituales y usados para el ACS y que vamos a explicar detenidamente y las cuales son las atmosfericas, las de bajo Nox, y las de condensación.
1. Caldera o calentador atmósferico:
Este tipo de caldera o calentador denominado en el programa de certificación energética CE3X como caldera estándar está cada vez más en desuso en la instalación de obra nueva ya que la normativa actual ya no la permite, pero que nos la encontramos muy habitualmente en las visitas a las viviendas existentes donde realizamos el certificado energético.
La principal caracteristica de este tipo de caldera es que toma el oxígeno de la combustión se realiza en la misma sala en la que esta la caldera, por ejemplo, si tenemos la caldera en la cocina tomara el aire de alli, con lo que compartimos el mismo oxigeno, no tendriamos que tener ningun problema, puesto que donde se suelen instalar son zonas ventiladas, por eso nunca hay que tapar o sellar las rejillas que tenemos para la renovación del aire, otro consejo que aportamos es que no se conecte el extractor de la cocina (el que tenemos encima de los fuegos para cocinar) a la vez que utilizas a pleno rendimiento, el motivo es el siguiente, la salida de los humos se produce de forma natural, el aire caliente sube hacia arriba y se marcha por la chimenea, al conectar el extractor creamos una depresión y parte de estos humos no pueden salir y vuelven, esto puede crear una mala combustión.
2. Caldera de bajo NOx:
Las calderas de bajo NOx a diferencia del tipo anterior (atmosféricas) son un tipo de caldera estanco similar a las calderas de condensación y se caracterizan por sus bajas emisiones de dióxido de nitrógeno y además de emitir menos contaminación a la atmósfera ofrecen mayores rendimientos por lo que se reduce el consumo energético de gas.
Este tipo de caldera emplea una tecnología de quemador que el cual está refrigerado mediante AGUA, con el objeto de enfriar la base de la llama consiguiendo de esta manera reducir las emisiones de NOx y por tanto obtener la clasificación de Tipo 5 de bajo NOx.
Este tipo de caldera además tiene la ventaja de no necesitas una recogida de condensados.
Estos modelos de bajo NOx están especialmente recomendados para el cumplimiento del RITE, el RITE es el reglamento de instalaciones térmicas y del edificio, es ya de obligado complimento y si instalamos una caldera en casa tenemos que cerciorarnos de que lo cumplimos, si no es así no nos daran servicio de gas hasta que subsanemos el problema, esta caldera esta indicada especialmente en lo referente a instalaciones de calderas de reposición, pues gracias a las bajas emisiones NOx es posible su utilización manteniendo la actual, con salida de gases a fachada.
En los casos de reforma en los que permite colocar calderas individuales a fachada exige que sus humos sean “lo mas limpios posibles”.
Favorece la reducción de emisiones contaminantes de óxidos de nitrógeno (NOx) y de monóxido de carbono (CO), principales agentes de las lluvias ácidas, obteniendo Clase 5 de bajo NOx. Tienen 3 estrellas en rendimiento energético en cumplimiento con la Directiva 92/42/CEE.
3. Caldera Condensación:
Las calderas de condensación son calderas de ALTO RENDIMIENTO energético y su funcionamiento está basado en el aprovechamiento del calor de condensación de los humos de la combustión.
Este tipo de calderas para el ACS y también para Calefacción aprovecha el vapor de agua que se produce en los gases de combustión y lo devuelve en estado líquido.
Las calderas de condensación tienen su mejor rendimiento a baja temperatura (por ello son muy utilizadas para sistemas de calefacción como el suelo radiante o radiadores que hayan sido calculados a bajas temperaturas).
Que su mejor rendimiento sea a baja temperatura no significa que a temperaturas altas su funcionamiento sea malo.
Si la caldera de condensación es buena, modulará según las necesidades, y en teoría sólo saldrá a 80ºC en los peores días de invierno, porque los cálculos de radiadores se hacen suponiendo las temperaturas más frías para esa zona.
El resto del tiempo podrá alcanzarse el confort con una temperatura menor de radiadores.
Solo funcionan por el momento con gas (habitualmente gas natural, aunque también hay calderas de condensación para butano, propao o gasoil) y su tecnología consigue aprovechar al máximo el calor de los humos de la combustión.
Los humos en una caldera estándar se expulsan a la atmósfera a 200 ºC. Si se enfrían hasta la temperatura de condensación, alrededor de 60 ºC, también supone un aporte de calor. La suma de estas contribuciones supone un 11% del total de la energía que contiene el combustible.
Por eso estas calderas consiguen un rendimiento del 106%. Esto no significa que generen más energía de la que lleva el combustible, sino que el rendimiento de las calderas convencionales no tiene en cuenta esta energía.
El hecho de que los humos salgan a una temperatura inferior a los 60ºC no significa que este tipo de calderas no pueden dar agua caliente a más temperatura. Este calor sirve para precalentar agua antes de entrar en contacto con la cámara de combustión.
Conviene mencionar que si se utilizan radiadores se tiene que garantizar que el retorno de agua está a una temperatura inferior a 50 ºC, para conseguir el completo enfriamiento de los gases y su condensación. Por esta razón, este tipo de calderas se adaptan perfectamente a la calefacción de suelo radiante.
Las ventajas de este tipo de caldera para el ACS es que ofrecen un mayor rendimiento y sumado además a una reducción de emisión de partículas contaminantes (CLASE 5 bajo NOx)
El inconveniete principal de este tipo de caldera es que el cambio de caldera, este mayor rendimiento no se conseguirá puesto que la mayoría de las instalaciones de calefacción están calculadas y ejecutadas para trabajar con temperaturas de envío ALTAS (80º C aproximademente).
Pero las calderas de condensación están especialmente diseñadas para trabajar a bajas temperaturas por lo que su rendimiento no será tan elevado.
Por otro lado, hay que tener en cuenta el inconveniente de la recogida de condensados, necesario en este tipo de calderas, y que en aquellas viviendas donde no se tuvo en cuenta este aspecto en la instalación de la caldera, resulta complicado llevar un conducto a la caldera de desagüe.